Carta abierta para Nona Perera, directora de Patrimonio de Canarias

Señora Nona:
Esta carta es dirigida a usted, en base a sus recientes declaraciones, que se citan textualmente:

La Potestad de paralizar una obra la tienen los cabildos, ayuntamientos o, en caso de inoperancia por parte de ambas, el Gobierno. En este caso, Cuna del Alma la suspendió el Cabildo de Tenerife, aunque es verdad que fué a instancia nuestra.

Pero si ellos no llegan a paralizar, lo hubiéramos hecho nosotros. Ahora, el expediente sancionador es nuestro porque la falta es muy grave, mientras que los cabildos llevan las faltas leves y graves. 
Hay Cabildos que protegen la Memoria Histórica de sus islas y otros no lo hacen.

(Declaraciones de Nona Perera, Directora General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias y doctora en prehistoria y Arqueólogía)

Nos preguntamos si éstas declaraciones son ciertas o faltó a la verdad para dar publicidad a su campaña electoral en Lanzarote. ¿O quizá tiene miedo de cometer Prevaricación? Como dijo el presidente Pedro Martín, el lúcido, en un pleno del Cabildo.

Porque, si es verdad que tiene competencias para detener una obra ilegal que ha estado a punto de destruir especímenes de una planta en régimen de protección especial, y que pretende continuar su camino en dirección a la atalaya guanche pudiendo destruir más patrimonio arqueológico, nos parece que éste es el momento para detener la obra definitivamente, y que se revisen judicialmente todos los expedientes y reclame usted un estudio arqueológico de la zona, en profundidad.

Aquí lo que hace falta ya es una persona con ética, argumentos y verdadera pasión por la arqueología y con deseo auténtico de proteger el patrimonio histórico y cultural, que tenga el suficiente VALOR, de marcar una fecha en la historia y dejar su nombre escrito, como referente del inicio de una auténtica EVOLUCIÓN en Canarias.

Paralice la obra del Puertito y DEMUESTRE que le otorga al legado de nuestros Ancestros la importancia y el cuidado que merecen.

Atentamente, 
Un Tagoror del pueblo Canario

Comentarios

  1. Es un juego muy dañino, existen leyes que no se cumplen y a sabiendas siguen incumpliendo ñ, desmoralizante.

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